Es posible que en algún momento de tu vida hayas escuchado esta frase: “No te asustes si me ves retroceder alguna vez, es que estoy cogiendo impulso". Anónimo
Esto no significa que sea bueno o malo, simplemente en la vida avanzamos en diferentes direcciones. No existe un parámetro que diga que sólo puedes crecer si vas en una dirección puntual o en un punto cardinal determinados, somos únicos y construimos nuestros propios libretos en la vida. Lo verdaderamente importante y valioso es que sepas que estás creciendo. Porque precisamente en este punto es cuando surge el conflicto. Cuando nos sentimos estancados.
No todo resulta siempre como esperamos, no todo lo planeado sale como lo diseñamos, algunas veces estos planes toman otro rumbo o se tornan diferentes. Tanto que podemos terminar en el extremo contrario a lo que esperábamos lograr.
Sabemos conscientemente que el progreso siempre nos lleva hacia delante, sin embargo, debemos considerar que hay momentos en la vida en los cuales para avanzar es necesario retroceder algunos pasos, bien sea para analizar el pasado, para evaluar esa decisión tomada, para reenfocar nuestro destino, para replantearnos lo que queremos en la vida, retroceder no significa perder, es simplemente una oportunidad de revisar los pasos que hemos dado en la vida, y determinar con qué nos quedamos finalmente en el camino y que debemos borrar.
No temas retroceder cuando te embargue la duda, cuando sientas algún temor o cuándo simplemente no confíes en el paso que vas a dar, recuerda que la vida siempre te llevará hacia delante tarde o temprano, cada quien tiene su ritmo y se tomará el tiempo necesario para ello.
Sea cual sea el caso, más vale tomarse un tiempo más para reafirmar la decisión, que lamentarse más adelante por no haber tomado un instante...”Es mejor pensar para luego actuar, y no actuar y luego pensar.”
Comments